Crónica10.10.23

The Burger Bar (El Clot), la burger que te gustaría tener debajo de casa.

La fiebre de las hamburguesas es una realidad y lleva ya con nosotros un tiempo, eso es así y somos todos conscientes. Tan conscientes o no, como que el negocio de las hamburguesas en España actualmente mueve en torno al 60% del total del volumen de negocio de fast food y eso fueron, en 2022, unos, 3400 millones de euros.

Algo que me llama la atención es que es un sector que está clonando una tendencia que ya vimos, con otros productos, como por ejemplo la cerveza y la aparición de la cerveza artesana. Podríamos hablar de algunos otros, como el pan, por ejemplo. Me refiero a que, cada vez más, aparecen propuestas de pequeñas hamburgueserías, que ofrecen un producto cojonudo, con una propuesta que aunque a simple vista nos pueda parecer la misma, pero en absoluto lo es, aunque lo que sí que es lo mismo son los valores, la propuesta que ofrecen.

La base en la mayoría de ocasiones es la calidad, el cuidado y el mimo por lo que se hace y como se hace. Y en eso también se parecen al sector del pan. Panaderías que se han convertido en templos del pan artesano. Buscando las mejores materias primas, harinas, levaduras, masa madre, hornos de piedra. Cosas que no sabíamos ni que existían hace unos años. Algún día espero que pase como en Francia y su cultura sobre el pan y de como tratan el reconocimiento sobre el producto y del artesano que lo trabaja. Eso da para otro post, posiblemente.

Y ¿todo esto por qué viene? Pues por qué el otro día fuimos a probar el nuevo The Burger Bar by PDG, en el Clot. Si el nombre es algo extraño, pero cuando entras y te das cuenta de que aquello pertenece a Piel de Gallina (posiblemente el mejor pollo frito de Bcn), de ahí lo de PDG.

Sinceramente, nos sorprendió la propuesta, todo estaba bueno, desde las hamburguesas, probamos, creo recordar la Classic Burger de Ternera y quisimos arriesgar o ponerlos a prueba, y probamos también el briox hecho con soja texturizada y sinceramente, a mí personalmente me gustó mucho más que la burger.

Probamos de entrantes la flor de cebolla y las patatas trufadas, con un huevo por encima, y mira que ya estoy un poco cansado de que la trufa y lo trufado sea como el nuevo aceto balsámico, pero en este caso, estaban para ponerle un piso, sinceramente.

Para acabar de dar la voltereta o las «folres i les manilles» de postre nos recomendaron la torrija y tengo que decir, que estaba también muy rica.

Micheladas, cocktails aparte de las cervezas habituales y no tan habituales.

Gente maja currando, muy maja, de esos que disfrutan en su trabajo, o al menos eso parece. De esos que te explican lo que vas a comer y que ves que saben y que les gusta lo que hacen y como lo hacen.

En fin, un sitio de esos que te gustaría tener debajo de casa o al menos cerca en el barrio. De esos de los que sacas pecho diciendo, «tengo en mi calle una hamburguesería que se come de bien»

¡Larga vida a esa gente y que sigan por muchos años más, todo nuestro apoyo ✊!

Dónde lo encuentras:

Sèquia Comtal nº 7, El Clot

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